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miércoles, 26 de junio de 2013

cuetionario de sistema oseo




CUETIONARIO
“FISIOLOGIA DEL SISTEMA OSEO “

DOCT: PEDRO ALONSO PERES BARRAZA
PRES: JOSE SAMUEL RODRIGUEZ ROMERO

1.   De las cinco partes por las cual está conformado el sistema
Óseo.
·        Cabeza
·        Columna vertebral
·        Caja torácica
·        Extremidades
·        Tronco
2.   En qué momento se detiene el crecimiento de los huesos.
Cuando el animal llega a la etapa de adultez
3.   Cuáles son las funciones que desempeñan los huesos.
Locomoción
Sostén
Homeostasis
Hematopoyesis
Protección
4.   Células que componen el tejido óseo.
Osteoblastos
Osteoclastos
Osteocitos
Osteoprogenitoras
5.   A que se le llama osificación.
Es el mecanismo por el cual el tejido conjuntivo se trasforma en tejido óseo

6.   Cuantos tipos de osificación hay los cuales son.
·        Osificación intramenbranosa
·        Osificación endocondral
7.   Cuantos tipos de hueso hay
·        Hay cinco tipos de hueso
8.   Nombre los tipos de hueso.
·        Huesos largos
·        Huesos cortos
·        Huesos planos
·        Huesos sesamoids
·        Huesos supernumerarios
9.   Los huesos largos se dividen en.
·        Diáfisis
·        Metafisis
·        Epífisis
10.              De un ejemplo de huesos largos.
·        Fémur
11.              De unos ejemplo de huesos cortos.
·        Tarso
·        Carpo
12.              El omoplato y las costillas de q tipo de huesos son.
·        Huesos planos
13.              Son huesos cortos y redondeados.
·        Huesos sesamoids
14.              Son huesos pequeños y redondeados que se forman     
         en algunas articulaciones para que los huesos de las                          
         de la misma se  acoplen mejor  entre sí.
·        Huesos supernumerarios
15.              En el u hueso esponjoso que sustituye alas osteonas
·        Laminas intersticiales
16.              Mencione los tres tipos de clasificación del esqueleto.
·        Esqueleto interno
·        Esqueleto externo
·        Esqueleto fluido o hidrostático                                     2
17.              De ejemplo de esqueleto interno.
·        Todos los mamíferos
18.              De un ejemplo de esqueleto externo.
·        Los artrópodos y algunos invertebrados
19.              De un ejemplo de esqueleto hidrostático.
·        Gusanos de tierra (la lombriz)
20.              Que forma el hueso compacto.
·        La diáfisis
















                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        

sábado, 22 de junio de 2013

FISIOLOGIA DEL SISTEMA OSEO



FISIOLOGIA DEL SISTEMA OSEO DE LOS ANIMALES











Sistema óseo
Básicamente, el esqueleto de todos los mamíferos está constituido por los mismos grupos óseos con morfología y características similares o diferentes según los casos y comprende una estructura axial compuesta por cabeza, columna vertebral y caja torácica, y unas estructuras apendiculares (normalmente, cuatro) integradas por las extremidades y las respectivas cinturas que las unen al tronco.
Se caracterizan por tener una columna vertebral dividida en varias partes bien diferenciadas.

Mantener constante la temperatura corporal requiere un aporte energético que debe ser minimizado optimizando el gasto. Para ello, el aparato locomotor de estos animales ha evolucionado para conseguir uno de los mayores logros de la naturaleza.
A diferencia de reptiles y anfibios, las extremidades no se articulan perpendicularmente al tronco situándose a ambos lados del mismo, sino que lo hacen bajo él permitiendo, por un lado conseguir mayor eficiencia energética en la locomoción y por otro alcanzar mayor envergadura ya que de este modo elevar el tronco del suelo requiere menor gasto energético.

El crecimiento de los huesos se detiene cuando el animal se hace adulto, permitiendo así un ahorro energético, pero además, durante la evolución, los huesos de estos animales han ido fundiéndose y simplificándose de tal modo que su crecimiento suponga también menores requerimientos de energía.
El cráneo es quizá el mejor ejemplo de esta simplificación ósea. Los huesos que lo forman están soldados a diferencia de lo que ocurre en reptiles, donde se unen mediante cartílagos. Esto a su vez proporciona mayor superficie para la inserción de músculos de mayor tamaño, o más numerosos.
Las costillas de los mamíferos se articulan exclusivamente con las vértebras torácicas, mientras que en reptiles lo hacen también con las cervicales y las lumbares.
El número total de vértebras y el de cada tipo de ellas varían de unas especies a otras. Las vértebras cervicales son siete con excepción del manatí que tiene seis, el perezoso de tres dedos que tiene diez y el resto de perezosos que presentan un número variable de ellas.
También la cintura pectoral es simple en los mamíferos. La clavícula y los omóplatos son los únicos huesos que la forman, y con ellos se articulan las extremidades anteriores. Como la escápula se sujeta al tronco únicamente por músculos, y la clavícula sólo se articula con el esternón, las extremidades poseen grandes posibilidades de movimiento de las que carecen otros tetrápodos.
Ilion, isquion y pubis son los tres huesos que se hallan fusionados en los mamíferos para formar la pelvis, que no es sino el hueso que se articula con el tronco en la región a la que da nombre y a su vez con las extremidades posteriores.
Pero el diseño músculo-esquelético de los mamíferos ha evolucionado en función del tipo predominante de locomoción de la especie. No sólo hay especies cuadrúpedas terrestres, que son la mayoría, sino que también las hay bípedas, o con capacidad para utilizar dos o cuatro extremidades al desplazarse. Otras lo hacen bajo el suelo, y no pocas colgadas de las ramas de los árboles. Además hay mamíferos acuáticos y otros con capacidad para volar, lo que convierte a este grupo de animales en una variedad de aspectos morfológicos que estarán siempre en función del sistema de locomoción empleado de forma habitual.
La mayor parte de los mamíferos son gregarios y poseen cuatro extremidades con cinco dedos en cada una, es decir, son cuadrúpedos y pentadáctilos, y una gran mayoría de ellos además se apoyan en el suelo con toda la superficie plantar (plantígrados), aunque la adaptación a los distintos medios ha dado lugar a grandes diferencias producto de la evolución:
Los animales que alcanzan mayor velocidad sobre el suelo se apoyan sobre los dedos, bien sobre el extremo (ungulados) o sobre su superficie ventral (digitígrados).
Muchas especies pierden algunos de sus dedos: los artiodáctilos tienen dos o cuatro y los perisodáctilos uno o tres.
Los cetáceos, sirenios y carnívoros marinos sufren grandes modificaciones del esqueleto de las extremidades, adaptándose éstas al medio acuático.
Las falanges de los quirópteros son exageradamente largas para servir de armazón óseo a las alas membranosas que se extienden entre ellos.
Muchos mamíferos zapadores ensanchan los huesos de las extremidades anteriores para servirse de ellos como palas retirando la arena.
Los canguros y otros animales que se desplazan saltando desarrollan poderosamente las extremidades posteriores, en algunos casos en detrimento de las anteriores.
Adaptación del aparato locomotor
Adaptaciones para el vuelo y el planeo
Las alas de un pterosaurio, un zorro volador y un ave.
Las diferencias anatómicas de los quirópteros con la generalidad de los mamíferos son más que notables, tratándose de las únicas especies de la clase que presentan alas que les permiten el vuelo activo. Éstas son formaciones membranosas constituidas por piel, delgados músculos y tejido conectivo laxo conocidas como patagio.
La extremada delgadez de los huesos de los murciélagos tiene como fin disminuir la masa corporal para que el vuelo sea menos costoso, pero da como resultado que no puedan alcanzar en ningún caso la envergadura de aves de mediano y gran tamaño. Para conseguir más maniobrabilidad en el vuelo, la articulación del hombro es libre, y son músculos los que unen el húmero a la escápula permitiéndoles rotar el brazo alrededor del hombro en la mayor parte de las especies.
Otros mamíferos como petauros, colugos o ardillas voladoras, no son capaces de volar activamente, pero han desarrollado pliegues de piel entre sus extremidades, que una vez extendidos les permiten planear, a veces, considerables distancias. Sin embargo, siempre necesitan de un punto en las alturas desde el que lanzarse en el planeo, y su capacidad de maniobrabilidad no es comparable en ningún caso a la de los quirópteros.
Adaptaciones para la vida acuática
La adaptación a la vida acuática también ha supuesto que la morfología de las especies anfibias y acuáticas haya tenido que vencer los obstáculos que les suponía el medio conquistado, aprovechando a la vez las ventajas ofrecidas.
El agua, especialmente la salada, tiene una densidad hasta 800 veces superior a la del aire, por lo que la estructura ósea de los animales marinos no necesita soportar el peso que soporta el esqueleto de los animales terrestres. Como contrapartida, vencer la fuerza de rozamiento que ejerce el medio durante el movimiento de los animales, requiere más energía que hacerlo en el aire o sobre la superficie de la tierra, de modo que es preciso que sus cuerpos sean hidrodinámicos.
Adaptaciones para la vida bajo tierra
Tanto los animales subterráneos que pasan la mayor parte de su vida bajo la superficie de la tierra, como aquellos que sólo emplean el subsuelo para protegerse, necesitan estar pertrechados de instrumentos para escarbar la tierra, y en efecto, las especies que no están dotadas de grandes incisivos, lo están de poderosas uñas en sus manos y con unos u otras, los animales son capaces de apartar la tierra que obstaculiza su paso.
Normalmente, todas estas especies son de pequeño tamaño, algo que resulta muy conveniente si se tiene en cuenta que cuanto mayor volumen tenga que atravesar el túnel, mayor será el trabajo necesario para desplazar la tierra.
Por otra parte, la piel de estos animales suele ser holgada y el pelo corto y erizado, dispuesto en cualquier dirección, todo en función de facilitar el tránsito por las galerías y los giros dentro de ellas.
El tupido y largo pelo de la rata-topo plateada (Heleophobius argenteocinereus) y la total alopecia de la rata-topo desnuda (Heterocephalus glaber) son las excepciones a esta regla.
Otras características físicas comunes a la mayor parte de las especies subterráneas o cavadoras son:
Los pabellones auriculares son reducidos o están ausentes.
La cola suele ser corta.
Las vibriosis son cortas y escasas.
Sin embargo, ninguna de estas características es común a todas las especies, por lo que se piensa que más que ser adaptaciones para la vida subterránea, sean el resultado de la atrofia inducida por un escaso interés de los citados elementos anatómicos.


  LOS REPTILES






ESQUELETO de PECES: El CRÁNEO está formado por una gran cantidad de Huesos. La Columna Vertebral presenta 2 Regiones bien marcadas con Vértebras diferenciadas. Cada VÉRTEBRA consta de un cuerpo óseo en forma de disco con 2 caras cóncavas: una anterior y otra posterior, por eso se llaman Vértebras ANFICÉLICAS. En la parte dorsal del cuerpo de la Vértebra, se originan 2 Prolongaciones llamados ARCOS NEURALES, que al unirse originan la Apófisis Espinosa y limitan un Orificio, el AGUJERO VERTEBRAL o MEDULAR, por donde pasa la Médula. En la cara Ventral de la Vértebra nacen otras 2 Prolongaciones llamadas ARCOS HEMALES, que juntamente con los de las otras Vértebras forman ARCOS que protegen a la Arteria AORTA. Las Vértebras están unidas entre si mediante LIGAMENTOS, por eso presenta gran Flexibilidad la Columna Vertebral. El esqueleto de las ALETAS IMPARES se relaciona con la Columna Vertebral mediante piezas óseas intermediarias. Las ALETAS PARES se articulan con los Huesos de la Cabeza. En la Región del Cuerpo, las Vértebras presentan por arriba de su cuerpo el ARCO NEURAL, que aloja a la Médula Espinal. De los costados del cuerpo vertebral se originan las ESPINAS dirigidas hacia ABAJO y Abiertas que actúan como las Costillas de un Vertebrado Superior. En la región de la COLA faltan las Espinas Laterales pero además del Arco Neural se desarrolla un ARCO HEMAL de ubicación Ventral que aloja a la Arteria Aorta.

ESQUELETO de ANFIBIOS: El Esqueleto de la Rana está formado por la Cabeza, Columna Vertebral, Extremidades Anteriores y Posteriores y las Cinturas Escapular y Pélvica.
La CABEZA está constituida por varios Huesos articulados entre si y no poseen movimiento. El único hueso móvil es el MAXILAR INFERIOR, que se articula con el Superior mediante los Huesos CUADRADOS. La Cabeza se articula con la Vértebra Cervical de la Columna mediante 2 eminencias llamadas CÓNDILOS.
La COLUMNA VERTEBRAL está formada por 9 Vértebras, aunque en otras especies de Anfibios hay mayor cantidad. De estas 9 Vértebras: 1 es CERVICAL, 7 DORSALES y 1 SACRA. A continuación del Sacro. la Columna se prolonga en una especie de espina llamada UROSTILO, considerado como Vértebras Coccígeas, íntimamente soldadas y modificadas. La Vértebra Cervical es ANFICÉLICA y las otras Vértebras son PROCÉLICAS.
VÉRTEBRAS: De acuerdo con los caracteres que presentan, las Vértebras se dividen en:
a) ANFICÉLICAS, cuando tiene cóncavas las caras anterior y posterior del cuerpo vertebral.
b) PROCÉLICAS cuando tienen cóncava la cara anterior o ambas caras planas.
c) OPISTOCÉLICAS cuando tienen cóncava la cara posterior.

MIEMBRO SUPERIOR: El esqueleto del Brazo lo forma el hueso Húmero. El Antebrazo está formado por 2 huesos soldados: Cúbito y Radio y el Esqueleto de la Mano lo forman varios huesos, los del Carpo, Metacarpo y las Falanges.

MIEMBRO INFERIOR: El esqueleto del Muslo está formado por el hueso Fémur. La Pierna está compuesta por la Tibia y el Peroné y el esqueleto del Pie está integrado por los huesos del Tarso, Metatarso y las Flanges.

CINTURAS: Los miembros están unidos a la Columna Vertebral por huesos que en conjunto forman las Cinturas.
Los Miembros Anteriores están unidos por las Cinturas TORÁCICAS y las Posteriores por las Cinturas PÉLVICAS. Cada Cintura Torácica o Escapular está formada por el OMÓPLATO o Escápula y la CLAVÍCULA, huesos Pares, que se articulan con un ESTERNÓN Rudimentario. Cada Cintura Pélvica está formada por un ÍLEON, un PUBIS y un ISQUIÓN, huesos pares. El ÍLEON, largo a la manera de una aguja se articula hacia adelante con la Vértebra Sacra y hacia atrás con el Pubis y un Isquion rudimentario.

La Rana carece de COSTILLAS, por eso no realiza movimientos de Inspiración.

ESQUELETO de REPTILES: El Cráneo se une a la Columna Vertebral por un solo CÓNDILO OCCIPITAL. El Maxilar Inferior se articula al Cráneo mediante el hueso CUADRADO que permite a la boca mayor amplitud al abrirla.
La COLUMNA VERTEBRAL está formada por Vértebras PROCÉLICAS cuyo número varía (hasta 300), según la especie de Reptil. Existen Vértebras Cervicales, Dorsales, Lumbares, Sacras y Coccígeas. Casi todas las Vértebras tienen COSTILLAS. Las Costillas son FLOTANTES en los Ofidios (Víboras). En los Saurios (Lagartos) y en los Hdrsaurios (Cocodrilos) se unen a un ESTERNÓN y forman una Caja Torácica.

ESQUELETO de AVES: El Esqueleto de las Aves está formado por Huesos Huecos o NEUMÁTICOS y es una adaptación para el Vuelo. Consta de: Cráneo, Columna Vertebral, Cinturas y Extremidades.
CRÁNEO: Poseen grandes cavidades ORBITARIAS. Está articulado a la primera Vértebra de la Columna, mediante un Cóndilo Occipital que le permite mayor movilidad. Los Huesos que lo forman son delgados y se destacan los INTERMAXILARES, que sirven de esqueleto al Pico. El Hueso CUADRADO, que une el maxilar Inferior al Cráneo y el Hueso YUGAL, que permite el desplazamiento del Maxilar Superior hacia arriba mientras desciende el Inferior.

COLUMNA VERTEBRAL: Consta de 41 Vértebras: 12 Cervicales, 8 Dorsales, 14 Lumbosacras soldadas entre sí y 7 Coccígeas. Las Vértebras Coccígeas forman el esqueleto de la Cola y se sueldan formando un hueso llamado PIGOSTILO o Rabadilla.

COSTILLAS y ESTERNÓN: Las Costillas y el Esternón junto con las Vértebras Dorsales constituyen el TÓRAX. Las primeras Costillas no llegan al Esternón y son Flotantes. Cada Costilla posee una prolongación o Apófisis UNCINAL que se apoya en la Costilla inmediata, en donde la Caja Torácica adquiere mayor consistencia.
El ESTERNÓN es un hueso plano que presenta una saliente o cresta llamada QUILLA o CARENA, en la cual se insertan los poderosos músculos Pectorales, que impulsan las Alas durante el vuelo.

EXTREMIDADES: Son las Anteriores y Posteriores. Las Extremidades ANTERIORES (Alas) constan del Húmero (Esqueleto del Brazo); del Radio y el Cúbiro (Antebrazo); del Carpo y el Metacarpo (Mano) y de las Falanges (Esqueleto de los 3 dedos). Los miembros anteriores se unen a la Columna Vertebral mediante la Cintura ESCAPULAR formada por 3 huesos pares: la Escápula u Omóplato, el CORACOIDES y la Clavícula. Las Clavículas se sueldan entre sí por sus extremidades internas y forman la FÚRCULA u HORQUILLA que tiene el aspecto de una espuela. Los dedos del Ala se denominan Pulgar, Medio y Externo. En el Pulgar se hallan las Plumas que constituyen el ÁLULA (En algunas aves, como en los Teros, se forma una especie de Espolón o Uña).
Las Extremidades POSTERIORES (Patas) constan de Fémur (Muslo); Tibia y Peroné (Pierna); Tarso y Metatarso soldados (Pie) y las Falanges (Esqueleto de los 4 dedos). El Peroné, delgado como un estilete, presenta la extremidad inferior libre, sin articularse. Los Miembros Posteriores se unen a la Columna Vertebral mediante la Cintura PÉLVICA, integrada por el Isquion y el Íleon unidos, y por el Pubis, soldados todos a la región lumbosacra, siendo huesos pares.

ESQUELETO de MAMÍFEROS: Consta de Cráneo, Columna Vertebral, Cinturas y Extremidades.
CRÁNEO: El Cráneo está articulado con la primera Vértebra Cervical llamada ATLAS, mediante 2 eminencias redondeadas, los Cóndilos Occipitales. Lo forman Huesos planos y cortos que se articulan entre sí. Estas articulaciones y la de los huesos de la Cara carecen de movimientos. Únicamente tiene movimiento la articulación del Maxilar Inferior.

COLUMNA VERTEBRAL: Está formada por 46 Vértebras distribuidas en 5 Regiones:
a) Región CERVICAL: 7 Vértebras
b) Región DORSAL: 12 Vértebras
c) Región LUMBAR: 7 Vértebras
d) Región SACRA: 4 Vértebras
e) Región COCCÍGEA: 16 Vértebras

COSTILLAS y ESTERNÓN: Las Costillas largas y delgadas son 12 pares y se articulan con las Vértebras Dorsales y el Esternón, hueso Impar. Este conjunto de huesos forma un armazón llamado TÓRAX, en el interior del cual se encuentran los Pulmones y el Corazón. El TÓRAX o Caja Torácica está separado interiormente de la Cavidad Abdominal por un músculo llamado DIAFRAGMA.

EXTREMIDADES: Los huesos de las Extremidades son: el Húmero (Brazo), Radio y Cúbito (Antebrazo), Carpo, Metacarpo y Flanges (Mano y Dedos).
En las Extremidades Posteriores los huesos son: el Fémur (Muslo), Tibia y Peroné (Pierna), Tarso, Metatarso y Falanges (Pie y Dedos).
Los Miembros anteriores se unen a la Columna Vertebral por la CINTURA ESCAPULAR, que está formada por las Escápulas u Omóplatos y las Clavículas.
Los Miembros Posteriores se unen a la Columna Vertebral mediante la CINTURA PÉLVICA formada por los huesos Ilíacos que se sueldan entre sí y con el Sacro. Cada hueso Ilíaco o COXAL está formado por la unión del Íleon, el Isquion y el Pubis.



COMPOSICIÓN DE LA ESTRUCTURA ÓSEA
El cuerpo humano es una complicada estructura de más de doscientos huesos, un centenar de articulaciones y más de 650 músculos actuando coordinadamente. Gracias a la colaboración entre huesos y músculos, el cuerpo humano mantiene su postura, puede desplazarse y realizar múltiples acciones.

FUNCIONES DELOS HUESOS Y ESQUELETO
Los huesos desempeñan funciones importantes entre las cuales se pueden mencionar las siguientes.
Función de sostén. El esqueleto constituye un armazón donde se apoyan y fijan las demás partes del cuerpo, pero especialmente los ligamentos, tendones y músculos, que a su vez mantienen en posición los demás músculos del cuerpo.
Locomoción. Los huesos son elementos pasivos del movimiento, pero en combinación con los músculos permiten el desplazamiento, ya que les sirven de punto de apoyo y fijación.
 Protección. En muchos casos los huesos protegen los órganos delicados como en el caso de los huesos del cráneo, que constituyen una excelente protección para el encéfalo; la columna vertebral y las costillas protegen al corazón y los pulmones; las cavidades orbitarias protegen a los ojos; el hueso temporal aloja al oído, y la columna vertebral protege la médula espinal.
 Hematopoyesis. En la médula roja de los huesos largos se producen los glóbulos rojos y en menor cantidad linfocitos y monocitos
Homeostasis mineral: El tejido óseo almacena una serie de minerales, especialmente calcio y fósforo, necesarios para la contracción muscular y otras muchas funciones. Cuando son necesarios, el hueso libera dichos minerales en la sangre que los distribuye a otras partes del organismo.
Almacén de grasas de reserva: La médula amarilla consiste principalmente en adipocitos con unos pocos hematíes dispersos. Es una importante reserva de energía química

COMPOSICIÓN DEL HUESO               
El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de los vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células, y componentes extracelulares calcificados. Los huesos también poseen cubiertas de tejido conectivo (periostio) y cartílago (carilla articular), vasos, nervios, y algunos contienen tejido hematopoyético y adiposo (médula ósea).

Componentes orgánicos, representa el 30-40 % y las sales minerales el 60-70 % del peso seco. El contenido acuoso de la matriz del hueso maduro es de aproximadamente el 20 %. El principal componente orgánico del hueso es el colágeno de tipo I, que constituye el 90-95 % de la matriz orgánica.
Componentes  inorgánicos, importantes de la matriz ósea son: calcio, fosfato, magnesio, carbonato, fluoruros, citrato y cloruros. El componente cristalino más importante del hueso es la hidroxiapatita. El hueso es remodelado por los osteoclastos y los osteoblastos en un ciclo de actividad que dura entre 3 y 6 meses.



CÉLULAS QUE COMPONEN EL TEJIDO ÓSEO
En el tejido óseo maduro y en desarrollo, se pueden diferenciar cuatro tipos de células: osteoprogenitoras, osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. Los tres primeros tipos son estadios funcionales de un único tipo celular. El proceso reversible de cambio de una modalidad funcional a otra se conoce como modulación celular. Los osteoclastos tienen un origen hematopoyético compartido con el linaje mononuclear-fagocítico. El estadio mitótico de los tres primeros tipos celulares solo se observa en el estadio de célula osteoprogenitora.
Células osteoprogenitoras u osteógenas. Provienen del mesénquima en el embrión. Poseen una forma de huso. Muestran retículo endoplásmico rugoso escaso, así como, Aparato de Golgi poco desarrollado pero se encuentran ribosomas libres en abundancia. En el adulto, se encuentran en la capa celular interna del periostio y del endostio. Su diferenciación depende de las condiciones del medio: Si la tensión parcial de oxígeno es alta, se diferenciarán en osteoblastos; si la tensión parcial de oxígeno es baja, se desarrollarán células condrógenas.
Osteoblastos. Formadores de matriz ósea. No pueden dividirse. Los osteoblastos 'deciden las acciones a efectuar en el hueso'. Surgen como diferenciación de las células osteoprogenitoras, bajo la influencia de la familia de la proteína morfogénica ósea (BMP) y del factor beta transformador de crecimiento TGF-β. Poseen elevado RER y un Aparato de Golgi bien desarrollado, también se observan numerosas vesículas. Se comunican entre ellas por uniones tipo GAP (nexo). Cuando quedan envueltas por la matriz ósea es cuando se transforman en un estadio no activó, el osteocito. Producen RANKL (receptor para la activación del factor nuclear K-B), osteonectina (para la mineralización ósea), osteopontina (para sellar la zona donde actúa el osteoclasto), osteocalcina (mineralización ósea), sialoproteína ósea (une osteoblastos y osteocitos a la matriz extracelular) y M-CSF (factor estimulante de colonias de macrófagos. Poseen receptores de hormonas, vitaminas y citocinas, como la hormona paratiroidea que induce al osteoblasto a secretar OPGL(ligando de osteoprotegerina) y factor estimulante de osteoclastos: éstos actúan en la diferenciación de preosteoclastos a osteoclastos y en su activación. Participan en la resorción ósea secretando sustancias que eliminan la osteoide (fina capa de matriz NO mineralizada), exponiendo la matriz ósea para el ataque de los osteoclastos.
Cuando los osteoblastos entran en un estado de inactividad se les llama células de recubrimiento óseo y pueden revertirlo para secretar citocinas o matriz ósea.
Osteocitos. Se encuentran en hueso completamente formado ya que residen en lagunas en el interior de la matriz ósea mineralizada. Su forma se adapta al de la laguna y emiten prolongaciones digitiformes largas que se extienden por los canalículos de la matriz ósea y esto los pone en contacto con otros osteocitos. En esas zonas de contacto las membranas forman un nexo que permite el intercambio de iones, moléculas pequeñas y hormonas. Son similares a los osteoblastos, pero menos activos y por lo tanto su reticulo endoplasmático y aparato de Golgi está menos desarrollado. Su función es seguir sintetizando los componentes necesarios para el mantenimiento de la matriz que los rodea. Están ampliamente relacionados con la mecanotransducción, proceso en el que reaccionan a la tensión ejercida liberando cAMP (mono fosfato de adenosina cíclico), osteocalcina y somatomedinas lo que induce a la adición de osteoblastos para la remodelación del hueso. Se discute si se pueden transformar en osteoblastos activos.
Osteoclastos. Tienen como función la resorción ósea. Por su origen hematopoyético, son entendidos como "macrófagos del hueso". Hasta hace poco, se creía que surgían de la fusión de varios monocitos, pero, de acuerdo a las nuevas investigaciones se ha descubierto que tienen su origen en el sistema de fagocitos mononucleares y surgen de la diferenciación (mediada por citocinas provenientes del osteoblasto) de macrófagos. Ubicados en las lagunas de Howship pueden llegar a ser células gigantes (hasta 150 micrometros de diámetro), con varios núcleos. Se encuentran polarizados con los núcleos cerca de su superficie lisa mientras que la superficie adyacente al hueso presenta prolongaciones muy apretadas como una hoja delimitada por profundos pliegues (se le llama borde en cepillo o borde plegado). Abundantes mitocondrias en el borde plegado, también en esta región hay lisosomas y vacuolas. Alrededor del borde plegado la membrana se une al hueso por filamentos de actina (zona de sellado donde el osteoclasto lleva a cabo su función de reabsorción). En este sitio de sellado el osteoclasto bombea protones que baja el pH (acidifica el medio), para disolver el material óseo. El interior ácido del compartimiento favorece la liberación de hidrolasas ácidas lisosomales y proteasas, como gelatinasa y colagenasa (por el aparato de Golgi, reticulo endoplasmático y vesículas del borde), que eliminan las sales de calcio y degradan el colágeno y componentes orgánicos de la matriz ósea.
OSIFICACIÓN
Se denomina osificación al conjunto de mecanismos por medio de los cuales el tejido conjuntivo se transforma en tejido óseo.

Mecanismos de osificación:
•Procesos vasculares: proliferación de elementos vasculares para nutrir al tejido conectivo.
• Procesos celulares: diferenciación de fibroblastos de tejido a células formadoras de huesos (osteoblastos)
•Procesos intercelulares: formación de todos los elementos intercelulares previos al depósito de sales cálcicas.
Tipos de osificación:

Osificación intramembranosa: Concretamente esta es la condensación celular dentro del tejido mesenquematico. Se limita a los huesos que no tienen función de sostén estructural. Por ej. Los huesos planos del cráneo.
En la osificación intramembranosa se forma el hueso por diferenciación de células mesenquimaticas en osteoclastos.
Etapa inicial de osificación intramembranosa (cráneo de embrión de gato), (Ob) osteoblastos

Osificación endocondral: Crecimiento de los huesos a lo largo. También la osificación endocondral comienza con la proliferación y agrupación de células mesenquimaticas en el sitio donde se desarrollará el futuro hueso. No obstante, las células mesenquimaticas se diferencian en condroblastos que a su vez producen matriz cartilaginosa.

NUTRIENTES DE LOS HUESOS
El calcio es un mineral fundamental para la fortaleza de nuestros huesos. Su carencia se ve traducida en fracturas, osteoporosis o deformaciones de la columna, por lo tanto una dieta rica en calcio es de suma importancia para prevenir estas enfermedades.
• El 99% del calcio total del cuerpo se encuentra en el hueso.
•Existe un equilibrio entre el calcio de los huesos, el calcio excretado por los riñones y por el intestino, y el calcio de la sangre.
•La concentración adecuada del ion calcio en la sangre es controlada y conservada por las glándulas paratiroides.



Tipos de huesos
Según forma:
1.-Largos: predomina el largo sobre las otras dimensiones. Ejemplo: húmero, fémur, tibia, peroné.
Se dividen en:
•Diáfisis o cuerpo: compuesta de hueso compacto principalmente, el interior es el conducto medular que está lleno en su mayor parte de médula ósea amarilla.
•Metáfisis: porción ensanchada de cada extremo de la diáfisis compuesta de hueso esponjoso.
•Epífisis: extremos del hueso separados de la metáfisis por una lámina de crecimiento, donde se produce el crecimiento longitudinal. Poseen una cubierta delgada de tejido compacto que cubre al esponjoso, la cual contiene médula ósea roja. Las epífisis suelen ser anchas y expandidas para facilitar la articulación con otros huesos y la inserción muscular.
2.-Cortos: presentan sus tres dimensiones, largo, ancho y alto, más o menos iguales y por eso tienen una forma más o menos cuboides. Ejemplo: huesos del carpo (mano) y tarso (pie). Reciben y soportan presiones. En su parte central poseen una masa de tejido óseo esponjoso y en su periferia una capa delgada de tejido compacto
3.-Planos: En ellos predominan dos dimensiones. Ejemplo: costillas, omóplato, cintura pélvica y cráneo. Protegen las partes blandas del cuerpo y dan amplia superficie para la inserción muscular.
 Se componen de dos láminas planas de tejido óseo compacto que encierran una capa de tejido óseo esponjoso. En los huesos de la bóveda craneana las capas de hueso compacto se llaman tablas interna y externa y el hueso esponjoso se llama diploe.
4.-Sesamoideos: son huesos pequeños y redondeados. Están incluidos en tejido tendinoso y aponeurótico, se encuentran junto a articulaciones. Su función es proteger los tendones y mejora el aprovechamiento mecánico de la articulación. Son de carácter polimórfico.
Ejemplo: rótula, wormianos
5.- Supernumerarios: son huesos generalmente pequeños que se forman en algunas articulaciones para que los huesos de las mismas se acoplen mejor entre si.
De hecho se definen como huesos adicionales por qué no todo el mundo los tiene y porque no tienen un lugar ni número constante en todos los individuos.

 Tipos de huesos según tejido
Los huesos poseen zonas con diferente densidad de tejido óseo que se diferencian macroscópicamente y microscópicamente en áreas de hueso compacto y áreas de hueso esponjoso, sin límites netos que las separen, se continúan una con la otra.
Hueso compacto
El hueso compacto forma la diáfisis (la porción alargada de los huesos largos que queda en el medio de las epífisis o porciones distales de los mismos). Aparecen como una masa sólida y continua cuya estructura solo se ve al microscopio óptico. Su matriz ósea mineralizada está depositada en laminillas, entre estas se ubican las lagunas con los osteocitos (cada laguna con el osteocito es llamada osteoplasto), desde cada una se irradian canalículos (conductillos muy delgados), ramificados que las comunican y permiten la nutrición de los osteocitos (recordemos que esto es importante ya que los osteocitos se encuentran rodeados de matriz mineralizada que no permite la difusión de nutrientes al osteocito). Las laminillas se disponen de 3 formas:
Concéntricamente alrededor de un canal longitudinal vascular (llamado conducto de Havers), que contiene capilares, vénulas postcapilares y a veces arteriolas, formando estructuras cilíndricas llamadas osteonas o sistemas haversianos visibles al microscopio óptico.


Hueso esponjoso (reticulado, trabecular)
El hueso esponjoso o trabecular no contiene osteonas, sino que las láminas intersticiales están de forma irregular formando unas placas llamadas trabéculas. Estas placas forman una estructura esponjosa dejando huecos llenos de la médula ósea roja. Dentro de las trabéculas están los osteocitos, los vasos sanguíneos penetran directamente en el hueso esponjoso y permiten el intercambio de nutrientes con los osteocitos. El hueso esponjoso es constituyente de las epífisis de los huesos largos y del interior de otros huesos.
Funciones
Los huesos poseen varias funciones en el organismo humano. Ellas son:
ü    Actúan como sostén: Los huesos forman un cuadro rígido, que se encarga del sostén de los órganos y tejidos blandos.
ü    Permiten el movimiento: Gracias a los músculos que se fijan a los huesos a través de los tendones, y a sus contracciones sincronizadas, el cuerpo se puede mover.
ü    Protegen a los órganos: Los huesos forman diversas cavidades que protegen a los órganos vitales de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo o calota protege al cerebro de posibles golpes que pueda sufrir éste, y la caja torácica (o sea, las costillas y el esternón), protegen a los pulmones y al corazón.
ü    Homeostasis Mineral: El tejido óseo se encarga del abastecimiento de diversos minerales, principalmente el fósforo y el calcio, que son muy importantes en funciones que realiza el organismo como la contracción muscular, lo cual es el caso del calcio. Cuando uno de éstos minerales es necesario, los huesos lo liberan en el torrente sanguíneo, y éste lo distribuye por el organismo.
ü    Contribuyen a la formación de células sanguíneas: La médula ósea o roja, que se encuentra en el tejido esponjoso de los huesos largos (como por ejemplo la pelvis, las vértebras, etc.), se encarga de la formación de glóbulos rojos o eritrocitos. Este proceso se denomina hematopoyesis.
ü    Sirven como reserva energética: La médula ósea amarilla que es el tejido adiposo que se encuentra en los canales medulares de los huesos largos, es una gran reserva de energía.
Alteraciones de los huesos
El sistema esquelético está expuesto a patologías de naturaleza circulatoria, inflamatoria, neoplásica, metabólica y congénita, tal como los otros órganos del cuerpo. Aunque no existe un sistema estandarizado de clasificación, los trastornos de los huesos son numerosos y variados.
Deformaciones
Las malformaciones congénitas de los huesos no son muy frecuentes, y por lo general incluyen la ausencia de algún hueso — tal como una falange — o la formación de huesos adicionales como una costilla. Otras deformaciones incluyen el sindactilismo, que es la fusión de dos dedos adyacentes; o el aracnodactilismo, en la que aparecen dedos con la apariencia de una araña, asociado con el síndrome de Marfan. La acondroplasia es el trastorno del crecimiento óseo más frecuente y la principal causa de enanismo.
Fracturas
Una de las afecciones óseas más comunes es la fractura. Estas se resuelven por procesos naturales, tras la alineación e inmovilización de los huesos afectados. En el proceso de cura, los vasos sanguíneos dañados desarrollan una especie de hematoma óseo que servirá como adhesivo y posteriormente se irá formando un tejido fibroso o conjuntivo compuesto por células llamadas osteoblastos, las cuales crearán un callo óseo que unirá las partes separadas. Sin embargo, la falta de tratamiento o inmovilización puede ocasionar un crecimiento anormal. Los métodos para acelerar la recuperación de un hueso incluyen la estimulación eléctrica, ultrasonido, injertos óseos y sustitutos orgánicos con compuestos cálcicos, tales como huesos de cadáveres, coral y cerámicas biodegradables.
Osteogénesis imperfecta
Artículo principal: Osteogénesis imperfecta.
La Osteogénesis imperfecta es más conocida como la enfermedad de los huesos de cristal. Es una enfermedad congénita que se caracteriza porque los huesos de las personas que la padecen se parten muy fácilmente, con frecuencia tras un traumatismo o a veces sin causa aparente.
Esta enfermedad es causada por la falta o insuficiencia del colágeno, por causa de un problema genético.


Osteoporosis
Osteoporosis.
La osteoporosis es el término general para definir la porosidad del esqueleto causada por una reducción de la densidad ósea. En esta enfermedad se muestra la disminución de la resistencia del hueso, debido a una alteración en la remodelación ósea, por ello hay un descenso de la masa ósea, además de presentarse conductos amplios de reabsorción; en tanto que la concentración de calcio en la matriz es normal.
La osteoporosis secundaria es la más frecuente y asociada con la tercera edad, la menopausia y la actividad física reducida.
En homeostasis la unión del estrógeno con los osteoblastos a través de receptores específicos, estimula a los osteoblastos para producir y secretar matriz ósea. Con el decremento de la secreción de estrógeno por la menopausia, la actividad osteoclástica (reabsorción) se vuelve mayor que la osteoblástica (formación de tejido óseo nuevo), teniendo como consecuencia la reducción de la masa ósea, volviendo frágil al hueso, por incapacidad para el soporte de las fuerzas de tensión.
FUNCIONES BASICAS DE LOS HUESOS Y ESQUELETO.
Homeostasis
Homeostasis (del griego homo (ὅμος) que significa "similar" 1 y estasis (στάσις) "estado", "estabilidad" 2 ) es la característica de un organismo vivo, por la cual mediante la absorción de alimentos y vitaminas (metabolismo) puede regular las funciones que existen dentro de él, para mantener una condición estable y constante. La homeostasis es posible gracias a los múltiples ajustes dinámicos del equilibrio y los mecanismos de autorregulación.
Interacción entre animal y medio ambiente: respuestas a los cambios
Las estrategias que acompañan a estas respuestas pueden resumirse como sigue:
v  Evitación: organismos evitadores: minimizan las variaciones internas utilizando algún mecanismo de escape comportamental que les permite evitar los cambios ambientales, ya sea espacial (buscando microhábitats no estresantes como cuevas, escondrijos; o a mayor escala, las migraciones) o temporal (hibernación, sopor, diapausa, huevos y pupas resistentes).
v  Conformidad: organismos conformistas: el medio interno del animal cambia paralelamente a las condiciones externas, es decir, se conforma al ambiente pues no regula o la regulación no es efectiva; designado por el prefijo "poiquilo" (Ej. poiquilotermo). Puede existir una compensación funcional con la aclimatación o la aclimatización, recuperándose la velocidad funcional anterior al cambio.
v  Regulación: organismos reguladores: un disturbio ambiental dispara acciones compensatorias que mantienen el ambiente interno relativamente constante; a menudo designados con el prefijo "homeo" (Ej. homeotermo).
v  Debe aclararse, que estas categorías no son absolutas y que no existen perfectos reguladores ni perfectos conformistas y que los modelos más reales se encuentran entre conformistas y reguladores, dependiendo del factor ambiental y de la especie animal.
v  Homeostasis y sistemas de control
v  Los siguientes componentes forman parte de un bucle de retroalimentación (en inglés feedback loop) e interactúan para mantener la homeostasis (Fig. 1):
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Figura 1. Componentes de un sistema de retroalimentación
v  Variable: es la característica del ambiente interno que es controlada.
v  Sensor (Receptor): detecta cambios en la variable y envía la información al integrador (centro de control).
v  Integrador (Centro de Control): recibe información del sensor sobre el valor de la variable, interpreta el error que se ha producido y actúa para anularlo integrando datos del sensor y datos almacenados del punto de ajuste.
v  Punto de ajuste: es el valor normal de la variable que ha sido previamente almacenado en la memoria.
v  Efector: es el mecanismo que tiene un efecto sobre la variable y produce la respuesta. La respuesta que se produce está monitorizada de forma continua por el sensor que vuelve a enviar la información al integrador (retroalimentación).
v  Retroalimentación negativa (Fig. 2): tiene lugar cuando la retroalimentación invierte la dirección del cambio
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Figura 2. Bucle de retroalimentación negativa
v  . La retroalimentación negativa tiende a estabilizar un sistema corrigiendo las desviaciones del punto de ajuste y constituye el principal mecanismo que mantiene la homeostasis. Algunos ejemplos son la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el ritmo respiratorio, el pH de la sangre, la temperatura corporal y la concentración osmótica de los fluidos corporales.
v  Retroalimentación positiva: tiene lugar cuando la retroalimentación tiene igual dirección que la desviación del punto de ajuste amplificando la magnitud del cambio. Luego de un lapso de tiempo se invierte la dirección del cambio retornando el sistema a la condición inicial. En sistemas fisiológicos la retroalimentación positiva es menos común que la negativa, sin embargo, es muy importante en numerosos procesos. Como ejemplos, se puede citar la coagulación de la sangre, la generación de señales nerviosas (concentración de sodio hasta generar el potencial de acción), la lactancia y las contracciones del parto.
Homeostasis de la glucemia
Finalmente, como ejemplo de retroalimentación negativa se describe la homeostasis de la glucemia (Fig. 3).
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Figura 3. Homeostasis de la glucemia por retroalimentación negativa
En una persona normal, la concentración de glucosa en la sangre está regulada dentro de límites muy estrechos, habitualmente entre 3.9-5.6 mM/l en ayunas y en concentraciones menores a 7.8 mM/l sin ayuno. El metabolismo de la glucosa está controlado por el páncreas a través de modificaciones en la relación de concentraciones sanguíneas de dos hormonas, insulina y glucagón, que este órgano sintetiza y secreta. El páncreas responde a la entrada de glucosa a las células beta de los islotes de Langerhans secretando insulina. Por otra parte, el descenso de la concentración de glucosa induce a las células alfa de los islotes de Langerhans a secretar glucagón. El hígado es el principal órgano responsable de la regulación de la concentración de glucosa en el torrente sanguíneo.
Cuando aumenta el nivel de glucosa en la sangre, el páncreas secreta menos glucagón y más insulina. La insulina tiene varios efectos: 1) aumenta el transporte de glucosa de la sangre a las células, 2) en las células aumenta la tasa de utilización de glucosa como fuente de energía, 3) acelera la síntesis de glucógeno a partir de glucosa (glucogénesis) en el hígado y en las fibras del músculo esquelético, y 4) estimula la síntesis de lípidos a partir de glucosa en las células del hígado y del tejido adiposo. En conjunto estos efectos producen una disminución de los niveles de glucosa en la sangre retornando a su rango normal.
En cambio, si disminuye el nivel de glucosa en la sangre, el páncreas libera menos insulina y más glucagón, una hormona con múltiples efectos: 1) en la células del hígado y del músculo esquelético acelera la degradación de glucógeno a glucosa (glucogenólisis) que es liberada al torrente sanguíneo, 2) en el tejido adiposo aumenta la tasa de degradación de grasas a ácidos grasos y glicerol, y su liberación a la sangre, y 3) en el hígado estimula la síntesis de glucosa a partir de glicerol y su liberación a la sangre. En conjunto estos efectos producen un aumento en los niveles de glucosa en la sangre, retornando a su rango normal.
Homeostasis psicológica
Este término fue introducido por W. B. Cannon en 1932, designa la tendencia general de todo organismo al restablecimiento del equilibrio interno cada vez que éste es alterado. Estos desequilibrios internos, que pueden darse tanto en el plano fisiológico como en el psicológico, reciben el nombre de genérico de necesidades.
De esta manera, la vida de un organismo puede definirse como la búsqueda constante de equilibrio entre sus necesidades y su satisfacción. Toda acción tendiente a la búsqueda de ese equilibrio es, en sentido lato, una conducta.
Homeostasis cibernética
En cibernética la homeostasis es el rasgo de los sistemas autorregulados (cibernéticos) que consiste en la capacidad para mantener ciertas variables en un estado estacionario, de equilibrio dinámico o dentro de ciertos límites, cambiando parámetros de su estructura interna.
En la década de los cuarenta, W. Ross Ashby (1903-1972), diseñó un mecanismo al que llamó homeostato capaz de mostrar una conducta ultraestable frente a la perturbación de sus parámetros "esenciales". Las ideas de Ashby desarrolladas en Design for a Brain dieron lugar al campo de estudio de los sistemas biológicos como sistemas homeostáticos y adaptativos en términos de matemática de sistemas dinámicos.
Este investigador británico formado en Cambridge en biología y en antropología, marcó pautas y nuevos enfoques que han trascendido a otros campos disciplinarios como la filosofía y la misma epistemología. Incluyó este concepto para explicar los fundamentos epistemológicos que propone. Anota lo siguiente:
"Hablemos ahora sobre el problema de estudiar la homeostasis comunicacional de una constelación familiar. En términos generales, nos parece que las familias que poseen miembros esquizofrénicos conocidos son estrechamente homeostáticas. Todo sistema vivo sufre cambios en todo momento y día tras día, de modo que es concebible representar esos cambios mediante sinuosidades de una curva en un gráfico multidimensional (o "espacio de fase") en el que cada variable necesaria para la descripción de los estados del sistema está representada por una dimensión del gráfico. Específicamente, cuando digo que esas familias son estrechamente homeostáticas, quiero significar que las sinuosidades de ese gráfico o de un determinado punto situado en el espacio de fase abarcará un volumen relativamente limitado. El sistema es homeostático en el sentido de que cuando se aproxima a los límites de sus zonas de libertad, la dirección de su senda cambiará de tal manera que las sinuosidades nunca cruzarán los límites".
Las principales funciones del sistema óseo son:

1. Soporte: los huesos proveen un cuadro rígido de soporte para los músculos y tejidos blandos.
2. Protección: los huesos forman varias cavidades que protegen los órganos internos de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo protege el cerebro frente a los golpes, y la caja torácica, formada por costillas y esternón protege los pulmones y el corazón.
3. Movimiento: gracias a los músculos que se insertan en los huesos a través de los tendones y su contracción sincronizada, se produce el movimiento.
4. Producción de células sanguíneas: dentro de cavidades situadas en ciertos huesos, un tejido conectivo denominado médula ósea roja produce las células sanguíneas rojas o hematíes mediante el proceso denominado hematopoyesis.
5. Almacén de grasas de reserva: la médula amarilla consiste principalmente en adipocitos con unos pocos hematíes dispersos. Es una importante reserva de energía química.

* Locomoción: efectuar el desplazamiento de la sangre y el movimiento de las extremidades.
* Actividad motora de los órganos internos: el sistema muscular es el encargado de hacer que todos nuestros órganos desempeñen sus funciones, ayudando a otros sistemas como por ejemplo al sistema cardiovascular.
* Información del estado fisiológico: por ejemplo, un cólico renal provoca contracciones fuertes del músculo liso generando un fuerte dolor, signo del propio cólico.
* Mímica: el conjunto de las acciones faciales, también conocidas como gestos, que sirven para expresar lo que sentimos y percibimos.
* Estabilidad: los músculos conjuntamente con los huesos permiten al cuerpo mantenerse estable, mientras permanece en estado de actividad.
* Postura: el control de las posiciones que realiza el cuerpo en estado de reposo.
* Producción de calor: al producir contracciones musculares se origina energía calórica.
* Forma: los músculos y tendones dan el aspecto típico del cuerpo.
* Protección: el sistema muscular sirve como protección para el buen funcionamiento del sistema digestivo como para los órganos vitales.

Tipos y clasificación
Los sistemas esqueléticos se clasifican comúnmente en tres tipos:
          Externos
          Interno
          Esqueleto fluido o hidrostático.
Además, existen otros tipos que no son capaces de soportar estructuras importantes:
          Esqueleto de sales y minerales.
          Esqueleto Quitinoso.
          Esqueleto Axial
Esqueleto externo
Artículo principal: Exoesqueleto.
Los sistemas externos soportan proporcionalmente menos peso que los endoesqueletos del mismo tamaño; por esta razón los animales más grandes, como los vertebrados tienen sistemas esqueléticos internos.
Los principales ejemplos de exoesqueleto se encuentran entre los artrópodos, algunos invertebrados, en los que el exoesqueleto forma una caparazón o estructura externa que protege a los órganos internos.
Teniendo en cuenta que los exoesqueletos limitan obviamente el crecimiento del animal, las especies con esta característica han desarrollado evolutivamente variadas soluciones. La mayoría de los moluscos tienen conchas calcáreas que acompañan al crecimiento del animal mediante crecimiento en el diámetro manteniendo su morfología. Otros animales, tales como los artrópodos abandonan el viejo exoesqueleto al crecer, proceso que se conoce como "muda". El nuevo exoesqueleto se endurece mediante procesos de calcificación y esclerotización.
El exoesqueleto de un artrópodo presenta frecuentemente extensiones internas, que se conocen como endoesqueléticas, aunque no constituyan verdaderamente un endoesqueleto.
Esqueleto interno
Artículo principal: Endoesqueleto.
Un esqueleto interno consiste en estructuras rígidas o semirígidas dentro del cuerpo, que se mueven gracias al sistema muscular. Si tales estructuras están mineralizadas u osificadas, como en los humanos y otros mamíferos, se les llama huesos. Otro componente del sistema esquelético son los cartílagos, que complementan su estructura. En los seres humanos, por ejemplo, la nariz y orejas están sustentadas por cartílago. Algunos organismos tienen un esqueleto interno compuesto enteramente de cartílago, sin huesos calcificados, como en el caso de los tiburones. Los huesos y otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al sistema muscular a través de tendones.
El esqueleto del hombre es interno, por lo tanto se denomina endoesqueleto, es una estructura que esta unida por huesos, los cuales forman un armazón resistente y al mismo tiempo presenta articulaciones.
Esqueleto fluido o hidrostático
Artículo principal: Hidroesqueleto.
El hidroesqueleto consiste en una cavidad llena de fluido, celomática o pseudocelomática, rodeada de músculos. La presión del fluido y la acción de los músculos que la rodean, sirven para cambiar la forma del cuerpo y producir un movimiento como cavar o nadar. La sucesiva contracción de diversos metámeros, que están provistos de haces de fibras musculares circulares y longitudinales, estirando y engrosando partes del cuerpo, le permiten desplazarse en horizontal. Los esqueletos hidrostáticos tienen un rol en la locomoción de los equinodermos (estrellas de mar, erizos de mar), anélidos, nemátodos y otros invertebrados. El hidroesqueleto tiene similitudes con los músculos hidrostáticos.
Es característico de organismos celomados como los anélidos. Estos animales pueden moverse contrayendo los músculos que rodean la bolsa de fluidos, creando una presión dentro de la misma que genera movimiento. Algunos gusanos de tierra usan su esqueleto hidrostático para cambiar de forma mientras avanzan, contrayendo y dilatando su cuerpo.

Esqueleto axial
Cráneo de hipopótamo (Hippopotamus amphibius).
El crecimiento de los huesos se detiene cuando el animal se hace adulto, permitiendo así un ahorro energético, pero además, durante la evolución, los huesos de estos animales han ido fundiéndose y simplificándose de tal modo que su crecimiento suponga también menores requerimientos de energía.
El cráneo es quizá el mejor ejemplo de esta simplificación ósea. Los huesos que lo forman están soldados a diferencia de lo que ocurre en reptiles, donde se unen mediante cartílagos. Esto a su vez proporciona mayor superficie para la inserción de músculos de mayor tamaño, o más numerosos.
Las costillas de los mamíferos se articulan exclusivamente con las vértebras torácicas, mientras que en reptiles lo hacen también con las cervicales y las lumbares.
El número total de vértebras y el de cada tipo de ellas varía de unas especies a otras. Las vértebras cervicales son siete con excepción del manatí que tiene seis, el perezoso de tres dedos que tiene diez y el resto de perezosos que presentan un número variable de ellas.
También la cintura pectoral es simple en los mamíferos. La clavícula y los omóplatos son los únicos huesos que la forman, y con ellos se articulan las extremidades anteriores. Como la escápula se sujeta al tronco únicamente por músculos, y la clavícula sólo se articula con el esternón, las extremidades poseen grandes posibilidades de movimiento de las que carecen otros tetrápodos.
Ilion, isquion y pubis son los tres huesos que se hallan fusionados en los mamíferos para formar la pelvis, que no es sino el hueso que se articula con el tronco en la región a la que da nombre y a su vez con las extremidades posteriores.
Esqueleto apendicular
Pies y manos de algunos primates.
Pero el diseño músculo-esquelético de los mamíferos ha evolucionado en función del tipo predominante de locomoción de la especie. No sólo hay especies cuadrúpedas terrestres, que son la mayoría, sino que también las hay bípedas, o con capacidad para utilizar dos o cuatro extremidades al desplazarse. Otras lo hacen bajo el suelo, y no pocas colgadas de las ramas de los árboles. Además hay mamíferos acuáticos y otros con capacidad para volar, lo que convierte a este grupo de animales en una variedad de aspectos morfológicos que estarán siempre en función del sistema de locomoción empleado de forma habitual.
La mayor parte de los mamíferos son gregarios y poseen cuatro extremidades con cinco dedos en cada una, es decir, son cuadrúpedos y pentadáctilos, y una gran mayoría de ellos además se apoyan en el suelo con toda la superficie plantar (plantígrados), aunque la adaptación a los distintos medios ha dado lugar a grandes diferencias producto de la evolución:
ü  Los animales que alcanzan mayor velocidad sobre el suelo se apoyan sobre los dedos, bien sobre el extremo (ungulados) o sobre su superficie ventral (digitígrados).
ü  Muchas especies pierden algunos de sus dedos: los artiodáctilos tienen dos o cuatro y los perisodáctilos uno o tres.
ü  Los cetáceos, sirenios y carnívoros marinos sufren grandes modificaciones del esqueleto de las extremidades, adaptándose éstas al medio acuático.
ü  Las falanges de los quirópteros son exageradamente largas para servir de armazón óseo a las alas membranosas que se extienden entre ellos.
ü  Muchos mamíferos zapadores ensanchan los huesos de las extremidades anteriores para servirse de ellos como palas retirando la arena.
ü  Los canguros y otros animales que se desplazan saltando desarrollan poderosamente las extremidades posteriores, en algunos casos en detrimento de las anteriores.

Tejido óseo
Sustancia Fundamental. Compone 10% de la matriz orgánica, posee una concentración menor de glucosaminoglucanos (GAG), que el cartílago (ácido hialurónico, condroitín sulfato, queratán sulfato), es una matriz acidofila (en parte debido al colágeno). Posee proteínas exclusivas del hueso como la osteocalcina unida a la hidroxipatita. La osteopontina también unida a la hidroxipatita es similar a la fibronectina.
Colágeno. Es el 90% de la matriz orgánica, de tipo 1, posee muchos enlaces intermoleculares, insoluble en disolvente y mayor hidroxilación de las lisinas.
Sustancia inórganica. Fosfato cálcico presente en forma de cristales de hidroxiapatita que aparecen a intervalos regulados de 60 nm a 70 nm a lo largo de las fibras. También posee citrato, bicarbonato, fluoruro, magnesio e ion sodio. El hueso además posee afinidad por sustancias radioactivas que destruyen sus componentes.
Células del hueso
En el tejido óseo maduro y en desarrollo, se pueden diferenciar cuatro tipos de células: osteoprogenitoras, osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. Los tres primeros tipos son estadios funcionales de un único tipo celular. El proceso reversible de cambio de una modalidad funcional a otra se conoce como modulación celular. Los osteoclastos tienen un origen hematopoyético compartido con el linaje mononuclear-fagocítico. El estadio mitótico de los tres primeros tipos celulares solo se observa en el estadio de célula osteoprogenitora.
          Células osteoprogenitoras u osteógenas. Provienen del mesénquima en el embrión. Poseen una forma de huso. Muestran retículo endoplásmico rugoso escaso, así como, Aparato de Golgi poco desarrollado pero se encuentran ribosomas libres en abundancia. En el adulto, se encuentran en la capa celular interna del periostio y del endostio. Su diferenciación depende de las condiciones del medio: Si la tensión parcial de oxígeno es alta, se diferenciarán en osteoblastos; si la tensión parcial de oxígeno es baja, se desarrollarán células condrógenas.
          Osteoblastos. Formadores de matriz ósea. No pueden dividirse. Los osteoblastos 'deciden las acciones a efectuar en el hueso'. Surgen como diferenciación de las células osteoprogenitoras, bajo la influencia de la familia de la proteína morfogénica ósea (BMP) y del factor beta transformador de crecimiento TGF-β. Poseen elevado RER y un Aparato de Golgi bien desarrollado, también se observan numerosas vesículas. Se comunican entre ellas por uniones tipo GAP (nexo). Cuando quedan envueltas por la matriz ósea es cuando se transforman en un estadio no activó, el osteocito. Producen RANKL (receptor para la activación del factor nuclear K-B), osteonectina (para la mineralización ósea), osteopontina (para sellar la zona donde actúa el osteoclasto), osteocalcina (mineralización ósea), sialoproteína ósea (une osteoblastos y osteocitos a la matriz extracelular) y M-CSF (factor estimulante de colonias de macrófagos. Poseen receptores de hormonas, vitaminas y citocinas, como la hormona paratiroidea que induce al osteoblasto a secretar OPGL (ligando de osteoprotegerina) y factor estimulante de osteoclastos: éstos actúan en la diferenciación de preosteoclastos a osteoclastos y en su activación. Participan en la resorción ósea secretando sustancias que eliminan la osteoide (fina capa de matriz NO mineralizada), exponiendo la matriz ósea para el ataque de los osteoclastos.
Cuando los osteoblastos entran en un estado de inactividad se les llama células de recubrimiento óseo y pueden revertirlo para secretar citocinas o matriz ósea.
          Osteocitos. Se encuentran en el hueso completamente formado ya que residen en lagunas en el interior de la matriz ósea mineralizada. Su forma se adapta al de la laguna y emiten prolongaciones digitiformes largas que se extienden por los canalículos de la matriz ósea y esto los pone en contacto con otros osteocitos. En esas zonas de contacto las membranas forman un nexo que permite el intercambio de iones, moléculas pequeñas y hormonas. Son similares a los osteoblastos, pero menos activos y por lo tanto su reticulo endoplasmático y aparato de Golgi esta menos desarrollado. Su función es seguir sintetizando los componentes necesarios para el mantenimiento de la matriz que los rodea. Están ampliamente relacionados con la mecanotransducción, proceso en el que reaccionan a la tensión ejercida liberando cAMP (monofosfato de adenosina cíclico), osteocalcina y somatomedinas lo que induce a la adición de osteoblastos para la remodelación del hueso. Se discute si se pueden transformar en osteoblastos activos.
          Osteoclastos. Tienen como función la resorción ósea. Por su origen hematopoyético, son entendidos como "macrófagos del hueso". Hasta hace poco, se creía que surgían de la fusión de varios monocitos, pero, de acuerdo a las nuevas investigaciones se ha descubierto que tienen su origen en el sistema de fagocitos mononucleares y surgen de la diferenciación (mediada por citocinas provenientes del osteoblasto) de macrófagos. Ubicados en las lagunas de Howship pueden llegar a ser células gigantes (hasta 150 micrometros de diámetro), con varios núcleos. Se encuentran polarizados con los núcleos cerca de su superficie lisa mientras que la superficie adyacente al hueso presenta prolongaciones muy apretadas como una hoja delimitada por profundos pliegues (se le llama borde en cepillo o borde plegado). Abundantes mitocondrias en el borde plegado, también en esta región hay lisosomas y vacuolas. Alrededor del borde plegado la membrana se une al hueso por filamentos de actina (zona de sellado donde el osteoclasto lleva a cabo su función de reabsorción). En este sitio de sellado el osteoclasto bombea protones que baja el pH (acidifica el medio), para disolver el material óseo. El interior ácido del compartimiento favorece la liberación de hidrolasas ácidas lisosomales y proteasas, como gelatinasa y colagenasa (por el aparato de Golgi, reticulo endoplasmático y vesículas del borde), que eliminan las sales de calcio y degradan el colágeno y componentes orgánicos de la matriz ósea.


Formación del tejido óseo
Artículos principales: Osificación endocondral y Osificación intramembranosa.
El hueso se forma por sustitución de un tejido conectivo prexistente (el cartílago). Dos tipos de osificación: intramembranosa (o directa) y endocondral (o indirecta).
Osificación intramembranosa (o directa). Tiene lugar directamente en el tejido conectivo. Por este proceso se forman los huesos planos de la bóveda del cráneo: hueso frontal, hueso occipital, hueso parietal y hueso temporal. El mesénquima se condensa en conjuntivo vascularizado en el cuál las células están unidas por largas prolongaciones y en los espacios intercelulares se depositan haces de colágeno orientados al azar que quedan incluidos en la matriz (gel poco denso). La primera señal de formación ósea es la aparición de bandas de matriz eosinófila más densas que se depositan equidistantemente de los vasos sanguíneos que forman la red. Las células se agrandan y se reúnen sobre las trabéculas, adquieren forma cuboidea o cilíndrica y permanecen unidas por prolongaciones cortas, se hacen más basófilas transformándose en osteoblastos que depositan matriz osteoide no calcificada. Las trabéculas se hacen más gruesas, se secreta colágeno que forma fibras orientadas al azar formando hueso reticular (colágeno). Se depositan sales de calcio sobre la matriz extracelular (calcificación). Debido al engrosamiento trabecular los osteoblastos quedan atrapados en lagunas y se convierten en osteocitos que se conectan con los osteoblastos de la superficie por medio de los canalículos. El número de osteoblastos se mantiene por la diferenciación de células primitivas del tejido conjuntivo laxo. En las áreas de esponjosa que debe convertirse en hueso compacto las trabéculas siguen engrosándose hasta que desaparecen los espacios que rodean los vasos sanguíneos. Las fibras de colágeno se vuelven más ordenadas y llegan a parecerse al hueso laminar pero no lo son. Donde persiste el esponjoso termina el engrosamiento trabecular y el tejido vascular interpuesto se transforma en tejido hematopoyético. El tejido conjuntivo se transforma en el periostio. Los osteoblastos superficiales se transforman en células de aspecto fibroblástico que persisten como elementos osteoprogenitores en reposo ubicados en el endostio o el periostio pudiéndose transformar de vuelta en osteoblastos si son provocados por ese motivo
Osificación endocondral (o indirecta). La sustitución de cartílago por hueso se denomina osificación endocondral. Aunque la mayoría de los huesos del cuerpo se forman de esta manera, el proceso se puede apreciar mejor en los huesos más largos, lo que se lleva a cabo de la manera siguiente:
Ø  Desarrollo del modelo cartilaginoso: En el sitio donde se formará el hueso, las células mesenquimatosas se agrupan según la forma que tendrá el futuro hueso. Dichas células se diferencian en condroblastos, que producen una matriz cartilaginosa, de tal suerte que el modelo se compone de cartílago hialino. Además se desarrolla una membrana llamada pericondrio, alrededor del modelo cartilaginoso.
Ø  Crecimiento del modelo cartilaginoso: Cuando los condroblastos quedan ubicados en las capas profundas de la matriz cartilaginosa, se les llama condrocitos. El modelo cartilaginoso crece en sentido longitudinal por división celular continua de los condrocitos, acompañada de secreción adicional de matriz cartilaginosa. Este proceso genera un aumento de longitud que se llama crecimiento intersticial (o sea, desde dentro). En contraste, el incremento en el grosor del cartílago se debe principalmente a la adición de matriz en la periferia del modelo por nuevos condroblastos, los cuales evolucionan a partir del pericondrio. A este tipo de desarrollo por depósito de matriz sobre la superficie cartilaginosa se le llama desarrollo por aposición. Al continuar el crecimiento del modelo cartilaginoso, se hipertrofian los condrocitos de su región central, probablemente en virtud de que acumulan glucógeno para la producción de ATP y de que sintetizan enzimas que catalizarán las reacciones químicas. Algunas de las células hipertróficas explotan y liberan su contenido, lo que modifica el pH de la matriz, este cambio activa la calcificación. Otros condrocitos del cartílago en calcificación mueren porque la matriz ya no difunde los nutrientes con rapidez suficiente. Al ocurrir esto, se forman lagunas que tarde o temprano se fusionan para formar cavidades pequeñas.
Ø  Desarrollo del centro de osificación primario: Una arteria nutricia penetra en el pericondrio y en el modelo cartilaginoso en calcificación a través de un agujero nutricio en la región central del modelo cartilaginoso, los cual estimula que las células osteógenas del pericondrio se diferencien en osteoblastos. Estas células secretan, bajo el pericondrio, una lámina delgada de huso compacto, llamada collar de matriz ósea. cuando el pericondrio empieza a formar tejido óseo, se le conoce como periostio. cerca del centro del modelo crecen capilares perióticos en el cartílago calcificado en desintegración. El conjunto de estos vasos y sus correspondientes osteoblastos, osteoclastos y células de la médula ósea roja recibe el nombre de brote perióstico o yema perióstica. al crecer en el modelo cartilaginoso, los capilares inducen el crecimiento de un centro de osificación primario, región en que el tejido óseo sustituye la mayor parte del cartílago. Luego los osteoblastos comienzan a depositar matriz ósea sobre los residuos del cartílago calcificado, con lo que se forman las trabéculas del hueso esponjoso. A medida que el centro de osificación se alarga hacia los extremos del hueso, los osteoclastos destruyen las trabéculas recién formadas. De este modo se forma la cavidad medular, en el centro del modelo, la cual se llena después con médula ósea roja. La osificación primaria principia en la superficie exterior del hueso y avanza hacia el interior.
Ø  Desarrollo de los centros de osificación secundarios: La diáfisis, que al principio era una masa sólida de cartílago hialino, es remplazada por hueso compacto, cuyo centro contiene la cavidad llena de médula ósea roja. Cuando los vasos sanguíneos penetran la epífisis, se forman los centros de osificación secundarios, por lo regular hacia el momento del nacimiento. La formación de hueso es similar a la que tiene lugar en los centros de osificación primarios; sin embargo, se diferencia en que el tejido esponjoso permanece en el interior de la epífisis (no se forma la cavidad medular). La osificación secundaria se inicia en el centro de la epífisis y prosigue hacia el exterior, en dirección a la superficie externa del hueso.
Ø  Formación del cartílago articular y de la placa epifisiaria: El cartílago hialino que cubre las epífisis se convierte en cartílago articular. durante la niñez y la adolescencia se conserva cartílago hialino entre la diáfisis y las epífisis, el cual se conoce como placa epifisiaria y es la que permite el crecimiento longitudinal de los huesos largos.